Villa Nazules Hípica & Spa, ¡ya tenemos ganador del sorteo!

  A la entrada de Toledo desde Madrid por Almonacid, un edificio apaisado color piedra abraza una pequeña pradera y una terraza a la intemperie castellana. Es la primera impresión visual de Villa Nazules. En el horizonte, campos de olivos, pueblos pintorescos y entornos naturales, como Cabañedos. Al llegar a Villa Nazules, un mirador decorado con modernas piezas de diseño –como asientos coconut o pufs de piel– dan la bienvenida a un hotel de pequeñas dimensiones pero muy grande en contenidos. Sus 30 habitaciones son todas exteriores y entarimadas, con balcón, conexión a Internet y pantalla de plasma; algunas suites son minimalistas –con cabeceros geométricos y mesillas zen– y otras estándar, lo que se traduce como un estilo más hogareño y rústico. Entre su cuidada oferta para el ocio –e incluyáse aquí también la gastronomía y la salud–, en primer lugar destaca su Spa Agua & Luz –un centro wellness situado en un edificio contiguo al hotel– y su restaurante Mar de Olivos –cocina mediterránea y castellana–, pero también su biblioteca, su gimnasio, la piscina de verano, las pistas de tenis y pádel, y por último, una de las perlas del lugar: se puede hacer uso del Club Hípico San José. Para que la tentación sea aún más difícil de resistir, Villa Nazules organiza paquetes a muy buen precio para escapadas de fines de semana, estancias gourmet y de relax, en las que se alternan conciertos de jazz, tratamientos en el spa, actividades ecuestres y/o cenas en su restaurante. Ante un hotel así, resulta difícil resistirse, ¿no?